Portada del libro de Peio Monteano |
En agosto de 1580 un arriero de Olite/Erriberri mató a un
pastor salacenco cerca de Tiebas. Ambos discutieron porque el montañés, en
euskera, le dijo que entre los olitenses
había hombres de bien “pero también hay ruines”. Palabras que, para su
desgracia, el de Olite “entendió perfectamente y, ofendido, le propinó una
puñalada ...”, según el proceso que se abrió en los tribunales y que ahora
rescata el historiador y archivero Peio Monteano en un nuevo libro, “El iceberg
navarro”, como prueba del bilingüismo en la localidad. El manual, que sale en
la editorial Pamiela y ya está en la librería El Kiosko, se presenta estos días
en la Feria del Libro.
El autor, a la izq, junto a Roldán Jimeno |
El libro
tiene varias páginas dedicadas a la zona. Dice, por ejemplo, que la situación
lingüística de Tafalla y Olite fue similar, con habitantes de habla castellana
que conviven con “importantes comunidades vascohablantes”. Recuerda el caso
documentado del criado del señor de Ezpeleta que en 1574 dio un pregón en euskera
en mitad de la Plaza olitense y fue multado por no acudir al alguacil
municipal, o un el nuevo dato de que en la localidad compartían función dos
pregoneros, “uno apellidado Cruzat para el castellano y un tal Macaya para el
euskera”.
El estudio se remonta a la situación en el s XVI |
“El iceberg
navarro” aborda, en general, una interesante investigación sobre las lenguas
habladas en Navarra durante el siglo XVI. El autor destaca que el 80% de los
navarros era euskaldun. “La mayoría de la población habla, pero nadie escribe”
en euskera, situación solapada con un castellano “que emplean los pocos que
saben escribir”. También subraya que Pamplona/Iruña era la ciudad con mayor
número de vascohablantes, unos 10.000 en la época, por encima de, por ejemplo,
Bilbao.
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