La novela, la séptima del autor, se
adentra en el pasado reciente, entre finales del siglo XX y principios de este
XXI, para contar la existencia de un hombre desde que nace hasta que se quita de
en medio a los 51 años. Sebas Yerri [Retrato de un suicida] se lee entre
reflexiones breves y afiliadas, como la que sentencia que “cuando alguien en
plena posesión de sus facultades mentales se quita la vida, lo hace en unas
circunstancias de dolor y soledad extremas. Pretender conocerlas y arrogarse el
derecho a juzgarlas es un signo inequívoco de fanatismo y estupidez...”.
Con esta novela, Chivite cierra la
trilogía conformada junto a “Insomnio” (2006) y “El invernadero” (2016);
un trabajo con el que el escritor explora “una búsqueda del sentido de lo que
es la vida en el siglo XXI”. En las primeras páginas de “Sebas Yerri”, el
narrador, un novelista de unos 52 o 53 años, recibe la noticia de que un amigo
de juventud, con el que mantuvo una relación importante durante 20 años, acaba
de morir. El hecho le lleva a una crisis, a recordar cómo fue el fallecido, las
personas con las que se relacionaron...
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